La década de los 2000 ha resucitado y el estilo de Paris Hilton, Gwen Stefani, Rihanna o Lindsay Lohan vuelven a ser fuente de inspiración. Las plataformas en los zapatos, los collares de perlas, el drapeado en los vestidos, los brillos metalizados, el total denim y otras tendencias propias de aquella década vuelven a ser hoy objeto deseo.
Y es que la red social TikTok ha puesto esta década, una de las peores en el mundo de la moda, de nuevo en el punto de mira. Los consumidores de esta plataforma de contenido es la Generación Z que ama TikTok por encima de todo hasta tal punto que ellos mismos dictan qué se lleva y qué no.
La Generación Z está en el punto de mira de todas las industrias y, mientras estas toman nota, el nuevo consumidor busca transmitir su personalidad a través de piezas que deben destacar por «ese algo» especial, ya sea por la personalización, mediante joyas amuleto o clásicos reinventados que ya no son únicamente la opción para una ocasión clave. Es decir, las nuevas generaciones quitan el polvo a esas joyas que nuestras madres y abuelas tendrían guardadas para citas especiales y dan un giro diferente a esos clásicos atemporales mientras que, en sus joyeros también conviven joyas vintage.
La clave de este cambio del sector hacia un target más joven es basar su discurso en el maximalismo y en el poder de autoexpresión. También la sostenibilidad y la responsabilidad del consumidor por apostar por piezas de calidad, que perduren en el tiempo y que formen parte de ellos de alguna manera. De acuerdo con un informe de Boston Consulting Group, se espera que el sector de la joyería crezca un 6% anualmente, al menos hasta 2024; por lo que esta revolución solo acaba de empezar.

El sector de la joyería está cambiando, también el de la bisutería y, al mismo tiempo, Zara no quiere perder la oportunidad de mercado. Porque sí, si Zara apuesta, es que hay oportunidad. La oportunidad, además, de continuar acercando este mundo, y ahora también el de la alta joyería, a las generaciones más jóvenes y despertar ese interés por diseñadores con historia.
Cabe destacar que, según datos procedentes de Grand View Research, la industria joyera alcanzará los 480,5 billones de dólares dentro de cinco años, y la Generación Z influirá en estos datos. Para entender por qué la Gen Z quiere lucir joyas es necesario entender que todo empieza con una renovación de los códigos estéticos en los que las reglas no existen o, por lo menos, no las que conocíamos hasta ahora. Las sudaderas se mezclan con maxi joyas, las zapatillas de Nike tienen más poder para elevar un look que unos zapatos de tacón… todo da un giro 360 grados pero, la joyería está mas presente que nunca.
Es decir, la estética streetwear se alía con la Generación Z y, al mismo tiempo, con la joyería ya que este estilo consiste en combinar el aspecto más urbano con el mundo de la moda y mezclar prendas cómodas con otras más elegantes. Y es aquí donde la joyería juega su mejor papel, el de elevar cualquier look y crear el contraste perfecto, el mismo que da vida a esta estética conquistada por la Generación Z. Así que sí, la joyería entra en el radar de deseos de las nuevas generaciones, pero las reglas las ponen ellos.

Las grandes empresas apuestan por la población joven para abrir el mercado de la joyería. Por el contrario la joyería artesana está cada vez más cotizada y aunque Inditex hace el esfuerzo por venderla más barata y de peor calidad existen marcas que luchan contra esto. Maite Marco Muro y Blanca Castro Cano son dos jóvenes joyeras artesanas que desempeñan su oficio en una de las calles más concurridas de Pamplona. Desde la capital navarra consiguen crear piezas únicas y de alto valor de deseo. Esta tienda es un auténtico showroom de piezas de autor. Lamai, así es como se llama la marca de joyas, cuenta Marco que: “Está constituida de piezas artesanas creativas en plata y resinas, brillantes“. Castro comenta “Lamai una de las señas de identidad para sus joyas es la mujer, la mujer plural, colaborativa, ecológica, creativa y libre”.

¿Qué te parece está historia? ¿Existen las joyas para la generación Z y población más adulta? Nos gustaría leerte en nuestras redes sociales ¡Anímate! – PATRICIA MUÑOZ. Pamplona