ANA BELÉN POZA.- La moda de los 2000 ha vuelto y no tiene pinta de que se vaya a ir en un futuro cercano. Pantalones de tiro bajo, tops ajustados y plataformas inundan las tiendas de todo el mundo. No es nuevo para nadie que la moda es cíclica y que todo vuelve. Sin embargo, hay muchos aspectos que acompañan a las tendencias que no tenían que repetirse nunca. En el caso de la moda dosmilera, vino acompañada en su momento de cuerpos esbeltos y una idea de que, cuanto más delgada, mejor te queda la ropa.
Aunque para mucha gente esto no tiene que ver con los cuerpos, entre los jóvenes hubo un aumento de TCAs (Trastornos de la Conducta Alimentaria). Muchos de ellos solo querían convertirse en los modelos y famosos que veían en las revistas.
Y no nos extraña que incluso los famosos se hayan puesto del lado de la moda. Uno de los ejemplos más vistosos y que más ha llamado la atención entre el público ha sido el cambio de imagen de las Kardashian.
Nos habíamos acostumbrado a verlas con unas curvas envidiables y como referentes en el movimiento curvy (incluso si no era natural 100%). Pero, durante los últimos meses se ha notado cómo han reducido sus figuras de manera sorprendente. Incluso Kim Kardashian, estrella de la familia, afirmó en la última gala de la MET que, para entrar en el vestido de Marilyn Monroe, se había sometido a una dieta extrema en la que se ‘’mataba de hambre’’.
Con esto no queremos renegar de la moda de los 2000, ¿A quién no le gusta un top de lentejuelas y un pantalón de tiro alto? Lo único que tenemos que entender es que la moda nunca puede estar por encima de la salud y que, aunque suene repetitivo, todos los cuerpos tienen cabida en la industria de la moda y las tendencias.